Las ideas nuevas, por lo general, se han venido cultivando en lo más uderground de las ciudades. De allí han contagiado al resto. De la ciudad, va saltando al mundo. Pocos años después, se convierte en movimiento. Tras unas décadas, se escribe sobre ello y se recupera, a falta de su esencia, su mensaje, ya sea para iconizarlo por su valor estético o social, o, como pasa casi siempre, usando eslóganes e imágenes para vender coches o tintes para el pelo.
Hace tiempo que notamos, que sabemos, que algo se está moviendo. Políticos y empresas se están portando muy mal con el planeta y con sus propios congéneres. Somos muchos, encerrados en esta bolita de agua y tierra. Dando vueltas, sin posibilidad de escape.
Somos más los seres humanos conscientes de nuestra fuerza conjunta. Antes éramos fuertes tras las barricadas, hoy los somos compartiendo ideas e información a través de La Red. Antes sólo teníamos la fuerza bruta, hoy podemos permitirnos estrujarnos el cerebro.
Los Nuevos Pobres, que no es que antes fuéramos más ricos si no que disfrutábamos de más oportunidades, instalados en el underground, estamos enfadados con quienes no usan su poder y su dinero en beneficio de la humanidad. Algunos ya se lo olían, a otros, les da en la cara. Hemos usado La Red para mirarnos uno a uno, para convocarnos en la calle y podernos ver y tocar. Y hemos comprobado que en la calle, aunque se organice un buen espectáculo, no hay respuesta a la petición de una mejor organización de los recursos básicos. Pero la Red sigue su curso, aquí si hay voces al otro lado de la pantalla. Viajando a gran velocidad, la información se escupe. Enfadados, los cybernautas, los conectados, lloran, chillan, vociferan. Quieren hacer algo.
Mi hashtag favorito últimamente es #ignorasubasura
Una de las formas de protesta o castigo, una de las expresiones de hastío, una de las respuestas más previsibles de esta mandanga que se está generando, es la de dejar de consumir grandes marcas que una sospecha que están metidas en el cotarro. Representantes de una fabricación esclavizadora, contaminante y de un comportamiento avaricioso. Dejar de darles alas, cortarles el rollo, parar su consumo, aquello de "no hay peor desprecio que ignorar".
Ignorar productos masificados y horteras no es tan difícil. Buscar otros tampoco, la gente no tiene curro y está ofreciendo todo lo que sabe hacer para poder ganarse la vida. La creatividad, las ideas sorprendentes, están en la calle, brotando como setas, esperando ser devoradas.
Las grandes marcas están démodé. Los Nuevos Pobres, como siempre ha sucedido, crearemos un Nuevo Estilo. Y todo sucederá a la vez. Mientras niñatos mutantes ya visten y hablan como en Idiocracia, viejos diseñadores industrialen legan ciudades del futuro.
Por un mañana con estilo, retuitea y comparte todas aquellas propuestas que vengan del subterráneo.
Os hablo a vosotros, Nuevos Pobres, a la franja de en medio, a los conectados.
http://maisonrur.blogspot.com/
ResponderEliminarmetamatic@hotmail.com
Gracias :)
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