martes, 24 de abril de 2012

La Ola

Desde el sofá, observo la ebullición de otras sangres detrás de la pantalla. Se están pasando tres pueblos, recortan libertades con la excusa de la crisis. Unos cuantos dinosaurios pretenden quedarse forever en su poltronas. Nada nuevo, por otro lado. 
Las viejas ideas se derrumban, porque toca. Y esa gente que es muy lista y paga bien a los expertos a sus pies, saben que si no clavan con fuerza sus zarpas en la Tierra, saldrán volando y se extinguirán. Porque ya lo hemos vivido otras veces. Un mundo ha sustituido a otro conservando algunas peculiaridades que también se transforman con el tiempo. Algunas cosas vuelven, otras se quedan, otras desaparecen. Somos cíclicos. Somos muchos. Somos una masa que se mueve en amplias mareas, afectándonos los unos a los otros, una masa palpitante, viva, en movimiento. 
Y esto lo saben muy bien las personas que estudian el comportamiento humano, algunos para beneficiarse de él, anticiparse a sus necesidades, crear otras nuevas, observar las tendencias que venden. Lo llevan haciendo mucho tiempo.
Pero ya se sabe que las estadísticas no son demasiado fiables.
Apretar, aprientan.
Pero, ¿por qué?¿Y quienes?¿Y para qué?
¿Sirve de algo patalear y gritar?, ¿no nos queda otro remedio?
¿Quién tiene razón?
La respuesta es el movimiento que entre todos decidamos realizar. Cuanta más gente empuje hacia un lado, más peso tendrá y transformará nuestras vidas en algo diferente.
Los matices son poco importantes.
Lo que importa es la ola gansa, la que nos lleva, en la que estamos, la que creamos.
Cada pequeño movimiento pone en marcha uno más grande, afecta, incide, llena un vacío.
Es muy interesante. Y todos somos conscientes de que algo se mueve. Tenemos miedo de que el presente degenere en una cosa o en otra, unos temen que su libertad se vea mermada, otros que sus chiringuitos se vengan abajo. 
El miedo, ya se sabe, no es buen consejero.
Y los puntos opuestos, los que hay a un lado y a otro del entero que se mueve, los que empujan en direcciones contrarias, son los que hacen que emerja la ola.
Subiditos en la cresta, veremos un mundo nuevo, una mezcla de los opuestos.

Por mi parte pienso que deberíamos movernos bajo unas leyes como las de Asimov. Una especie de reglas básicas, unas directrices fáciles y resultonas, como la tabla de los mandamientos...algo así como:
1 LEY PLANETARIA-Proteger, conservar y mejorar el planeta (o los planetas) incluídas sus formas de vida, sobre todo la nuestra
2- LEY INTELECTUAL Construir sociedades basadas en el conocimiento (las ciencias, las artes y la tecnología)
3- LEY SOCIAL Organizarnos de manera efectiva para que todo esto sea posible llevarlo con buen humor (y esto no se cumple si unos se aprovechan de otros sin consentimiento)

Y, por supuesto una 
Ley Cero: LEY VITAL en general dedicarnos a pasarlo bien, a generar, a producir, a crear, a experimentar, a sentir, a aprender, con entera libertad moral, económica, vital.

Por decir algo...



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