jueves, 27 de septiembre de 2012

CRISIS

 He puesto en Google la palabra "Crisis" y en el primer link me he quedado. Vamos allá.

1   Mutación considerable que se produce en una enfermedad, ya sea para mejoría o empeoramiento. 

La primera acepción es sorprendentemente aplicable a nuestro actual estado. Por lo menos, desde Barcelona (ciudad libre, mutante y musa), las cosas se ven así, como una transformación de nuestra situación general. Hay movimiento y hay enfermedad. Se llama corrupción. O lo que es lo mismo, tejemanejes, chanchullos, engaños, injusticias, despropósitos. Gente que aprovecha su cargo para llenarse el bolsillo, el de su família y el de sus amigos, inconscientes del papel que representan, de la responsabilidad que les atañe. Una cosa es tener un poco de morro, que siempre va bien para moverse en este mundo, y la otra muy otra es la desfachatez y la inoperancia. Este comportamiento ha sido el virus maligno, el meme mal enfocado, que ha corroído nuestro sistema hasta los cimientos.  En vez de aprovechar las ventajas de la técnica y la tecnología, de la ciencia y las propuestas de las artes, para nuestro propio beneficio en cualquier área, hemos dejado que la avaricia, la mafia, la industria de hacer picar la carne, inocule hasta crear verdaderos monstruos. La cosa puede empeorar. Nos podemos encontrar bajo un regimen totalitario, tirano, esclavizante y generador de miseria (económica, cultural, de todos tipos). Pero también puede mejorar. Y hay síntomas de ambas posibilidades. La oportunidad de La Red no solamente no es menospreciable si no que contiene, en mi opinión, el ingrediente del éxito en la fórmula que podría ayudarnos a salir con vida de esta crisis. Uno de sus mayores logros ha sido la visibilidad. Nuestra visión se ha ensanchado, la información es más amplia. Pero también, y ahí veo yo la clave, nos ha enseñado a expresar, debatir y escuchar opiniones diversas. El Ser Humano es demasiado imaginativo como para cercarlo en enormes etiquetas en las que al final nadie se siente representado. Abogo por el individuo libre, único, mezcla mágica de todas las probabilidades. Esos grandes grupos de opinión han quedado desfasados, y las personas que los representan son ya cantores de un ideario ausente, caras y nombres que no dicen nada. Como mínimo debería haber muchos más representantes de diferentes opiniones, pero el juego de esta democracia no permite la singularidad, si no que deliberadamente agrupa picos de opinión pública basadas en sistemas de datación anticuados, con la única intención de mantenerse en el poder, en el palco desde el cual se hacen negocios a escondidas. Respaldados por los grandes grupos de comunicación, a su vez empresarios, y comfabulados con industrias planetarias que controlan esos mismos medios, los productos farmacéuticos, etc, y en fin, TODO, han olvidado que su único y principal deber era servir a los intereses comunes, asegurar los derechos básicos de toda la población, cuidar y aprovechar el entorno que les envuelve para beneficio de todos, estos seres humanos que habitan determinado espacio de la Tierra. Ahí están, haciendo negocios, y les importa una mierda que desaparezcamos de la Faz, que el Universo se quede sin Vida. Parece exagerado, pero si lo piensan un poco, se darán cuenta de que no. Oiga, y que a mí no me parece mal que se haga negocio. Pero no con lo que no les pertenece. Y se llenan la boca con los derechos de autor, qué hipocresía, mientras roban el agua y la electricidad, entre otras cosas. ¿Es demasiado tarde para cambiar ahora?, ¿o es que el propio sistema, o sea el modo en el que la organización está entretejida, está ya caduco?

Un nuevo modo de consensuar acuerdos comunes está en el aire, Twitter y Facebook nos lo ponen en bandeja. Contienen diseños de interacción que podrían aplicarse a un modo de participación ciudadana en las decisiones sociales mucho más horizontal. ¿No creen?

Metamorfosis, mutación. Crisis. Estamos dentro del capullo. Nunca mejor dicho.

Cuando salgamos abriremos las alas del futuro.

Y un abrazo a Madrid (ciudad libre, mutante y musa) por estar en la calle defendiendo lo que a todos nos afecta, en pleno meollo
 #25s 




miércoles, 19 de septiembre de 2012

Caja de Herramientas

Ayer leí un periódico. No suelo hacerlo. Ni veo el telediario. Me agobian las malas notícias, y encima lo arreglan con el dichoso fútbol, el celebrity-show (que, para qué negarlo, es lo que más me divierte) y un montón de muertes de todas clases, en todas partes, de cualquier forma. Además de las evidentes barridas para casa de las líneas editoriales. Pero hay que decir que son entretenidos, además llevan horóscopo, y de vez en cuando tienen buenas contraportadas. Ayer llevaba una entrevista al economista neoyorquino Stiglitz . Me recordó a la charla de Jordi Évole con el Sr. Anguita.
Ambos invitan a la organización ciudadana. Nos cuentan que es la única manera de vencer a la corrupción, el mercantilismo, el vampirismo y las absurdeces varias a las que nos tienen acostumbrados. La política ya no sirve. Cosa que, quizás, ya sabíamos, pero que dicha ya a través de los medios oficiales da un poco de miedo. Basta de delegar, es el mensaje, hay que implicarse. Quejarse no parece que sea suficiente presión. Y la violencia tampoco sirve, el establishment tiene un escudo, los ciudadanos, no. Los partidos pequeños son barquitas en el océano. El diseño de este sistema democrático no nos favorece. La Independencia surge como las fuentes de Montjuich con la idea de poner barrotes en las fronteras para unos, para otros con la esperanza de un cambio que nos proteja contra la miseria futura. Nos apretan por todos lados, todo sube menos los sueldos, si es que tienes uno. Mientras unos pocos se forran vivos, los otros debemos pagar por tener acceso a los básicos. Es tan escandaloso que deprime. Si los señores serios ya no confían en esta democracia, si dicen que el sistema capitalista no tiene arreglo y opinan que la Política está corrupta sin remedio, habrá que tomarlos en serio. Una cosa es debatir entre amigos, y la otra que mientras lo hagamos, los polos se estén derritiendo, nos estemos arruinando, los ricos nos estén vacilando y la policía esté repartiendo palos a destajo. Así, nos cuentan los señores serios que salen por la Tele, protestando, no conseguiremos nada. Hay que organizarse, participar activamente en los asuntos sociales y, en definitiva, salvar el mundo.¿Y cómo vamos a organizarnos?, ¿ninguno tiene superpoderes?, ¿algún profesor Xavier en la sala?

Mucha gente se queja de que los grupos de apoyo sociales son núcleos pesados, aburridos, anticuados, medio kumbas. La gente tiene curro, y famílias, u otros quehaceres que ocupan su tiempo y absorven su energía. Ir a bostezar o a discutir a una asamblea nos es un plan que apetezca demasiado. De todas formas cumplen labores de las que nadie se ocupa, ya sean algún tipo de ONG, asociaciones vecinales, incluso culturales, o colectivos centrados en poner cazuelas bajo las goteras del Sistema.  Imagino que, dados los últimos acontecimientos, habrán salido nuevos o habrán engrosado ligeramente sus filas. Pero está claro que siguen sin resultar demasiado atractivos. Tal vez necesitemos un reset. Imaginar nuevas y revolucionarias fórmulas, escucharlas, proponerlas, no considerar a priori todo una locura utópica, un remember absurdo, un algo imposible o inalcanzable. Los funcionarios, que están en contacto directo con la realidad en sanidad, educación y empleo, no deben dar ni un paso atrás, hay que seguir luchando, estirando, haciéndose ver y oír y pueden organizarse desde hospitales pirata hasta comedores alternativos para los niños, sin incumplir demasiadas leyes, ayudados por la sección Derecho, que también debe tener sus rebeldes.

Dentro mismo del sistema y en todos sus escalones (políticos, deportistas, periodistas, topmodels, empresarios, hijos de, consortes de, estrellas del libro y la canción, guaperas de cine y televisión, pijerío vario, medicos, científicos, funcionarios, diseñadores de tendencias, publicistas, rancheros, aristócratas, paparazzi...) hay y tiene que haber aún más, personas que estén alucinando con las desfachateces que a diario perpetúan ante nuestras narices humanos sin ningún sentido común. Esas personas que desde su balcón del establishment creían ser tocados por los Dioses, a los que de cualquier manera va a alcanzar el desastre ecológico y que tengan un buen cerebro a parte de apellido, titulito o cuenta bancaria deben definitivamente y con valentía mirar hacia abajo, hacia el pueblo, la plebe, la ciudadanía, la gente, los votantes, congéneres y contemporáneos. Abandonar radicalmente sus puestos en el establishment, conservando sus fortunas y su brillo de exitosos y llevándolos hacia las iniciativas que aseguren un porvenir afortunado para el planeta y para todos nosotros, ricos y pobres.

Ricos y pobres, pobres y ricos, acentuar las diferencias entre unos y otros no ha hecho más que hacernos más estúpidos a todos. Si nos diferenciara el talento, la inteligencia, la honestidad y la sabiduría, nuestra moneda sería mucho más valiosa.

Por nuestra parte quizás podríamos hacer mucho más que juntarnos en reuniones barriales, que ya están bien ahí tapando agujeros, y utilizar las Redes Sociales con mucha más presición. La evolución pasa a través de La Red. Y por utilizar la computadora, directamente, y a todos esos chavales que corren alegremente por los pasillos de las universidades, que dominan las nuevas tecnologías mejor que sus profesores. Así como todos esos cerebros potenciales perdidos en los laboratorios y oficinas, que han olvidado que la misión de la Ciencia y de la Técnica es siempre mejorarnos en todos los sentidos. Esa es la misión de nuestra especie. Cuidar de la Tierra. Conocer el Universo. Expandirnos. Crecer en conjunto.

Tenemos entonces: triunfadores rebeldes+organizaciones+Red

Las herramientas, ¿serían suficientes?

domingo, 2 de septiembre de 2012

Carne cruda, a la parrilla...libre


En casa del herrero, cuchara de palo. Mi padre trabajaba en RNE. Yo empecé en Radio Gracia cuando tenía 17 años. También hice programas (Casa de Brujas, Ciencia Infusa) en Radio P.I.C.A por once años, y en Contrabanda (Terrícolas, Misión Imposible, El último grito). La radio es apasionante para quien la hace. Pura creatividad y, muchas veces, la añoro. Nunca cobré por ese trabajo. Y siempre he visto a las Radios Libres como una estupenda vía de comunicación de la ciudadanía, de sus inquietudes y expresiones. Pero nunca he escuchado Carne Cruda. Ni soy fan de Radio 3. Las pocas veces que la he sintonizado, me ha parecido una copia de las emisoras libres y comunitarias (pero con más medios...muchos más), cosa que les honra, pues el resto de emisoras se dedican, o bien a la manida radiofórmula, o bien a la publicidad directa de los valores establecidos, siempre mediocres, aburridos y repetitivos, como su hermana, la Tele. Aún así me ha llegado la notícia del poco elegante cese de Carne Cruda, y de que han catalogado al programa del estilo de las "Radios Piratas". Siguen usando el antiguo término, muy romántico y relacionado con Radio Carolina y su emisiones desde un barco fuera de las fronteras cuyas leyes les impedían emitir con libertad música que obviaban las emisoras convencionales, para referirse a las emisiones libres del espectro que corresponde legalmente a la ciudadanía, derecho reflejado en la Constitución, contemplado en otros países, y de lógica vulcana. Los medios de comunicación pertenecen en exclusiva a empresarios cuyo último objetivo siempre es vender (valores que modelen el gusto del público según los productos del mercado en una eterna y hortera retroalimentación). Es decir, no son medios de comunicación si no herramientas de márqueting sazonadas con algún programa de entretenimiento inocuo. Por eso es valiente el Sr. Jordi Évole, porque aprovecha su espacio, quizás a veces con un pelín de sensacionalismo, para reflejar con humor una realidad de la que sus colegas no parecen ser conscientes. Seguro que también hay, y muchos, que piensan que Salvados es un programa del estilo de las "Radios Piratas" (o de las teles "piratas", que en Barcelona también la hay). Eso quiere decir que hasta ellos tienen una imagen clara de lo que significa una Radio Libre, del contenido y estilo de sus parrillas.
Javi Gallego, y otros periodistas o comunicadores, tienen la posibilidad, como la tenemos el resto de la ciudadanía, de hacer la radio que les gusta. Eso sí, sin cobrar, incluso pagando como socios y partipando en la organización. Sería estupendo que el tal Gallego, son sus conocimientos, contactos, colaboradores y oyentes, siguiera su labor en una radio libre, mientras cobra el paro. No es que no tenga donde emitir, es que no tiene donde cobrar. Como muchos otros. 
Todos los periodistas, titulito en mano, con cargo, están acojonados, ya sea por los recortes, ya sea porque La Red está acabando con los soportes clásicos y las maneras anticuadas. Yo comprendo perfectamente que lo estén y que todos tenemos que comer y pagar facturas, etc. Pero si de lo que se trata es de salvar la Libertad de expresión, de emisión y de recepción, y de salvaguardar la honestidad, la pluralidad, la calidad y la creatividad que permiten los medios, podrían, perfectamente, unirse a la ciudadanía en la labor de informar, de conservar la mirada crítica, de apoyar a los nuevos talentos, que hacen, con mayor o menor gracia, las Radios Libres o comunitarias. 
Eso sí sería un acto de valentía.
Aunque no le deseo a nadie aguantar el tedio de las asambleas.
Los medios, los tenemos. Se trata de aprovecharlos mejor. De ser conscientes de que están ahí y de que podemos usarlos. De no infravalorarlos o permitir que continúen sumergidos, pisoteados, escondidos a propósito.
Si las cosas fueran más o menos bien, y las cosas públicas estuvieran en buenas manos, no habría necesidad. Los canales de emisión estarían alejados de los intereses religiosos, económicos y políticos para conservar una sana independencia y objetividad, y la ciudadanía tendría el mismo derecho que un periodista titulado a ejercer su legítima de expresar y escuchar. Pero en estos momentos se libra una batalla peculiar. Es el momento de hacerse el héroe, y si Miguel Bosé (cuyos rubios desayunos en mansiones aún tenemos frescos en la memoria) dice que ha ido a más manifestaciones que a conciertos, quiere decir que cualquiera puede, usted también, y el señor Gallego, como otros afectados por esta infeliz circunstancia,  aprovecharla y ponerse de nuestro lado, en las parrillas libres, como gesto heroico sin precedentes. No hay que abandonar el dial, lo van a vender a gramos como el salami. Ay, si Tesla levantara la cabeza.



-Radio Pirata: Emisora que usa la parrilla como excusa para forrarse con la publicidad. El dial está repleto, sin embargo los políticos prefieren perseguir a las radios libres, confundiéndolas, a propósito. Cuando se realizó el documental sobre Radios Libres por La Tripulación del Comodín, yo personalmente llamé a todas las teles para ver si lo querían emitir. Fue rechazado por todas, y pude comprobar por mí misma el miedo que les daba el tema. Al preguntar, incluso me llegaron a decir directamente "porque a mi jefe no le gustan esas radios, está en contra de ellas". Ahí es nada. Sin embargo, una Radio Libre (o comunitaria) es una emisora hecha por la ciudadanía, con una parrilla dedicada básicamente a la cultura y a la información sobre temas que los medios comerciales directamente ignoran o incluso manipulan. Estas emisoras soportan actualmente una situación alegal y de constante peligro, cuando, sepan ustedes, en otros países funcionan incluso con la ayuda del Estado.