lunes, 4 de julio de 2011

SGAE and Co

Vaya chocho que se está montando con lo de la SGAE. Y aún me parece poco teniendo en cuenta el daño irreparable que esta mafia ha hecho a la música. Y a la cultura en general. Teddy Bautista, que hizo de Judas en la versión en castellano de Jesuscristo Superstar,parece haber cumplido un extraño destino traicionando a su propio gremio. Lo más indecente son las posturas de tipos como Alejandro Sanz, desde su casita en Miami, o Calamaro, con el que comparto tendencia a la incontinencia verbal,  que lo defienden con frases histéricas demostrando su poca inteligencia y su escaso interés por la música, además de la total falta de compañerismo. Ramoncín, de momento, parece que está calladito. Entre lo de la Ley Sinde, lo de Álex de la Iglesia, los siempre interesantes mensajes de Anonimous, las repercusiones del 15M y la investigación que ha caído sobre la SGAE, algo se está moviendo, por fin, en el mundo de la creatividad audiovisual. Hay una guerra subterfugia desde hace mucho tiempo, de la que los consumidores no tienen ni papa a pesar de habéreseles faltado al respeto con un Cánon absurdo y a pesar de que se les mete por un tubo bazofia musical a través de la tele, la radio y las revistas que programan a base de talonario. Las discográficas quieren un producto que funcione económicamente pero ya no lo buscan entre los talentos terrícolas si no que lo crean directamente ellos. Cogen a una tipa feúcha, contratan a un estilista que intenta hacerle destacar por encima de las otras vistiéndola como a un monstruo, le producen unas canciones de mierda, la sacan con bailarines al escenario, compran portadas de las revistas, pagan a las emisoras de radio comerciales para que sus canciones suenen constantemente, avisan a la prensa rosa de que tiene un nuevo novio, sudan de la tele porque ya no hay programas de música, le crean un personaje que todo el mundo se traga y ala, por un verano o dos, ya han hecho negocio. El producto ya rueda solo. Ahora las revistas la quieren entrevistar gratis, y los paparazzis la siguen. Y esto no tiene nada que ver con la música. Es un negocio, nada más. Como todo. Con la aparición de Internet ese negocio que tan bien ha venido funcionando hasta hoy, se tambalea. Y no sólo porque cualquiera puede bajarse más o menos gratis el último éxito que tanto esfuerzo ha costado construir, si no porque ahora los consumidores, si no tuvieran el gusto ya tan amaestrado, pueden descubrir nuevos grupos que no están controlados por multinacionales, que no suenan en las radios comerciales, pueden tener acceso libre a la música que crean sus congéneres. Y pueden darse cuenta, porque la información abre la mente, de la basura que les están vendiendo y elegir quedársela o no. La libertad da miedo no porque signifique revolución ni nada parecido, si no porque hace perder DINERO.
Que desmonten el tinglado de Bautista y compañía, viejos dinosaurios de la indústria, es una buena noticia para la música. No es lógico que una empresa privada tenga el control absoluto sobre los derechos de autor. E incluso lo de los derechos de autor es totalmente discutible. Y menos si esa única empresa, ya que no dejan más alternativas (y a pesar de esa presión, existen otras maneras de registrar las obras, por ejemplo a través del Copy Left), en ningún momento mira por el interés de los creadores ni fomenta la cultura musical,  si no que se dedixca a amasar dinero para unos pocos. Pero lo de la SGAE es solamente la puntita de un alfiler que está clavado muy profundo. Poco a poco nos lo sacaremos, lameremos la sangre y volveremos a empezar, porque la música es uno de los dones más valiosos del ser humano y nada puede silenciarla.


2 comentarios:

  1. Querida terricola, me encantaría que todo fuera como comentas, lamentablemente lo que se cuestiona no es la legislación y la sistematica mafiosa de las SGAE, sino que dentro habia un gusano que pretendia, encima, quedarse con todo.

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  2. Por algo se empieza. De momento, la Sindergüenza acaba de rectificar lo del Cánon. Y Teddy y la SGAE están saliendo en todos los medios, aunque intentando buscar cabezas de turco, la imagen de esta mafia ya está deteriorada del todo. Lo importante es que la gente que hace música, o cine, o teatro, o libros, empiece a darse cuenta de que hay que gestionar las cosas de otro modo. La avaricia rompe el saco. Tierra será Libre :)

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