Sigo con atención las ideas y debates que brotan en la Red en referencia a las próximas elecciones en el punto del planeta donde yo resido. El movimiento 15M sigue adelante, diversificado, pero no más débil. Muchos zombis han despertado por fin de su larga siesta y la gente está uniendo fuerzas y compartiendo conocimientos, buscando la manera de combatir a La Bestia y sus tentáculos. Tarea difícil pero necesaria, si es que el futuro del planeta y de sus habitantes nos importan algo. De momento, yo todavía no he tomado una decisión sobre cómo posicionarme particularmente. Estoy observando y pensando, porque presiento que muchas de mis más sólidas convicciones pueden mutar. Nunca he tenido miedo a cambiar de opinión, si la que sustituye a la anterior es más lógica, práctica y justa.
A mí me gustan mucho las palabras. Soy adicta a cualquier tipo de autodefinido o juegos de letras, desde pequeña. No puedo evitar fijarme en ellas. Creo que con este nuevo debate abierto desde y hacia la población, tenemos la oportunidad de generar un lenguaje que haga historia. Una oportunidad, y una responsabilidad. Las palabras son ideas.
Últimamente suena mucho el término: Altermundismo...déjenme decirles que me parece una palabra de una sonoridad muy fea, que recuerda a Tercermundismo. Y además esto no es un mundo exactamente, es un Planeta. ¿Por qué tendrá la gente tanta reticencia a reconocerse como terrícolas de la especie humana? Lo que se está intentando proponer no es algo que afecte a un mundo, si no al Planeta Tierra, que engloba muchos mundos y mundillos con variadas características. Por lo tanto si lo que se está buscando es un término que indique que la estructura de la gestión Planeta debe ser replanteada y sustituída por otra mejor, el término adecuado debería alejarse de "lo alternativo". Porque lo que estamos barruntando no es una alternativa paralela, si no una sustitución, un cambio general de orientación, una nueva perspectiva, un nuevo paradigma. Así que debería contener la partícula "Neo" en vez de "Alter" y dejarse de ismos, que de poco han servido, aunque sería divertido usar TERRARISMO. En fin, no soy muy partidaria de bautizar tan alegremente, porque me da la sensación que las palabras convierten a las ideas en estáticas, pero como me pirro por juntar letras, propongo sencillamente Vía Planetaria. Por ejemplo.
Otra palabrita de la que ya me he quejado, y cuya idea, además, tampoco es que me mate, es Asamblea. Creo que Foro o, mejor aún, Ágora, son palabras más elegantes para definir las reuniones de la ciudadanía en las plazas de los barrios y pueblos. Demasiado localista para mi refinado gusto, prefiero pensar en cómo hacer que las gestiones básicas de la sociedad humana no estén en manos de ningún congénere si no de una máquina, que es más efectiva. Ordenadores al poder. Y esto se llamaría Mecafuturismo, Compugestión o Carta de Derechos Humanos, Gestión económica y cuidado del Planeta en manos de ordenadores como Mike (La Luna es una cruel amante, Heinlein) o el Multivac de Asimov.
Y definitivamente sacar del vocabulario común la palabra Pueblo para definir a los seres humanos. Somos TERRÍCOLAS. Nos guste o no.
Es difícil que me reúna con el Pueblo en la Asamblea de la Plaza para hablar de Altermundismo.
Yo me reuniré con Terrícolas siempre que haga falta, para hablar de como construir un nuevo futuro que asegure la justícia, la abundancia para todos, y el cuidado del planeta, así como la posibilidad de expandirnos antes de que petemos.
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