domingo, 22 de septiembre de 2013

Tres Deseos

Las cuestiones de sentimiento, es decir, emociones irracionales, fe y creencias varias, totalmente respetables, deberían estar del todo desvinculadas de la Gestión de una zona. Nos queda aún por superar el apego al terreno y al código que usa para relacionarse económicamente con otros terrenos. Se pierde mucho tiempo y mucho empuje en volcar las emociones en los colores y en las características locales, pero parece el camino más fácil para guiar a las masas. Un rebaño de ovejas ciegas pastoreadas por un tuerto.
1-Deseo que empecemos a hablar como adultos.

De la Educación y de la Sanidad no son solamente los puestos de trabajo lo importante, también lo es la calidad de sus prestaciones. Una cosa no quita la otra, por supuesto. Pero a veces parece que esa una sea mucho más popular que la otra. Se necesitan personas en la Administración Pública, desde luego, pero también se necesitan muchas otras cosas. Un nuevo plan, por ejemplo. Sin dinero nada puede hacerse en esta vida. Sin imaginación y una radical apuesta por la innovación, sin interés profundo en el futuro de las nuevas generaciones, tampoco puede hacerse mucho. Trabajadores bien pagados y felices,  y edificios impecables con calefacción y todos los recursos disponibles al alcance, son piezas imprescindibles para el desarrollo de cualquier área. En el caso de la Sanidad, es obvio. En los centros de enseñanza y acceso al conocimiento, se necesita una apuesta firme y decidida por una evolución que vaya a la par con la progresión de los avances tecnológicos. Están enseñando a grabar en piedra a niños que ya saben como programar un móvil. Están enseñando un capítulo de la historia a niños que pueden buscar los datos de toda una era en el Google. Y eso simplemente significa un retraso en el avance de la sociedad.
2-Deseo que nos eduquen para que podamos hablar como adultos.


Las religiones y las mitologías forman parte de nosotros, lógicos y místicos como Vulcanos, desgraciadamente muy Klingons y, peor aún, Ferengis, en la mayoría de los casos. La religión debería ser una opción del individuo y no una moda de masas, y desde luego no una que proyecte su sombra sobre la Gestión Pública. Lo común es lo básico, los adornos allá cada cual.
3- Deseo que los adultos conserven su alma de niño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario